Nuestra historia

Nuestros inicios se remontan al blanco y negro, cuando todo era muy confuso. Era el tiempo de la post-guerra, del milagro español y del contrabando en el Pertús; de cuando había que pagar impuestos para entrar mercancía en Figueres, las botellas iban en fardos y los toneles viajaban en trenes; de cuando 800 kilos de vino y madera se movían a mano, las bombas eran manuales y los coches escaseaban; de cuando los comerciales se movían en bicicleta llevando las muestras en la cesta, en cada casa había una bota de vino y los negocios se hacían los días de mercado.

De aquellos años 50, Joan Pagés supo sacar provecho y puso en marcha un negocio de compraventa de vino a granel. Ya antes su padre y su abuelo habían negociado con el vino de la propia cosecha. Y desde entonces todo ha ido creciendo, a mediados de los 70 se construía el actual almacén y finales de los 90 se compraba lo que ahora es la tienda y la zona de envasado.

Desde entonces se han ido perdiendo los camiones sin barandillas, con botas y barriles a la vista, y las garrafas de vidrio encima para llevar vino dulce o vinagre; se han perdido las portaderas para cosechar uvas y la azada para cavar la viña; las prensas continuas y los aparadores; los tratos firmados por un apretón y el poder matar el cerdo por San Martín.

Pero hemos ganado muchas cosas, y hemos aprendido otras más. Todo comenzó con el vino a granel, y así lo mantendremos; todo comenzó como una pequeña empresa familiar, y así lo seremos; y todo comenzó repartiendo vino para que la gente pudiera beber cada día, y eso es lo que hacemos.

Bienvenidos a Vins Pagès.