¿Beber vino es bueno para la salud? Lo que dice la ciencia en 2025

Durante años, se ha dicho que una copa de vino al día, especialmente vino tinto, podía tener beneficios para la salud. Pero, ¿qué dice la ciencia en 2025?

Beneficios potenciales

Estudios recientes continúan señalando que el consumo moderado de vino tinto puede aportar ciertos beneficios gracias a los polifenoles, como el resveratrol, presentes en la piel de la uva. Estas sustancias tienen propiedades antioxidantes que podrían contribuir a:

  • Mejorar la salud cardiovascular

  • Reducir la inflamación

  • Aumentar el colesterol HDL (el “bueno”)

También se ha observado una posible relación entre el consumo ocasional de vino y una menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas, aunque la evidencia sigue siendo limitada.

Los matices importantes

Los expertos coinciden: el vino solo es “saludable” en cantidades muy controladas. Según la Organización Mundial de la Salud, eso significa una copa al día para mujeres y hasta dos para hombres (150 ml por copa).

Beber más allá de esas cantidades anula los posibles beneficios y puede tener efectos negativos: aumento del riesgo de cáncer, hipertensión, obesidad o dependencia.

En 2025, los estudios también alertan de que los beneficios del vino no justifican empezar a beber si no lo haces ya. Es decir, no se recomienda el vino como suplemento de salud.

Conclusión

Beber vino con moderación, dentro de una dieta equilibrada como la mediterránea, puede formar parte de un estilo de vida saludable. Sin embargo, no es un “remedio” ni una medicina.

Disfrutar de una copa de buen vino es, ante todo, un placer cultural y gastronómico. Y como todo placer, lo mejor es saborearlo con equilibrio y responsabilidad.

Errores comunes al servir el vino (y cómo evitarlos)

Servir vino puede parecer algo sencillo, pero hay pequeños detalles que marcan una gran diferencia en la experiencia. Tanto si estás en una comida informal como si haces de anfitrión en una ocasión especial, evitar estos errores te ayudará a disfrutar del vino como se merece.

1. Servir a la temperatura incorrecta

Uno de los errores más frecuentes es no respetar la temperatura adecuada. El vino tinto no debe servirse «del tiempo» si la temperatura ambiente supera los 22 °C, y el vino blanco no debe estar tan frío que se pierdan sus aromas. Como regla general:

  • Tintos jóvenes: entre 14 °C y 16 °C

  • Tintos crianza o reserva: entre 16 °C y 18 °C

  • Blancos y rosados: entre 8 °C y 10 °C

  • Espumosos: 6 °C

2. Llenar demasiado la copa

Una copa de vino no debe llenarse más de un tercio. Esto permite agitar el vino ligeramente y apreciar mejor sus aromas. Además, evita que el vino se caliente demasiado por el contacto con la mano.

3. Sujetar mal la copa

Evita sujetar la copa por el cáliz. Lo correcto es tomarla por el tallo para no calentar el vino con la mano ni dejar marcas que dificulten ver su color.

4. No dejar que el vino respire

Especialmente en vinos con crianza, abrir la botella unos minutos antes o usar un decantador puede mejorar la experiencia al liberar los aromas.

5. No limpiar bien las copas

Residuos de jabón o polvo pueden alterar el sabor del vino. Asegúrate de que estén limpias y sin olores.