Elaboración de vinos espumosos

La elaboración de los vinos espumosos suele ser de las más complicadas debido a que sus métodos requieren de una metodología específica que permitirá la creación de las burbujas. Esto se debe a que las burbujas son creadas por Dióxido de carbono (CO2).

Esta elaboración puede ser dada de dos maneras. La elaboración natural en la botella. Y la siguiente es la elaboración química mediante la presurización.

Elaboración de vinos espumosos al natural

Los vinos pasan por un proceso de fermentación, lo cual ayuda a que se produzca el alcohol para luego ser embotellado. En el caso de los vinos espumosos, estos se embotellan justo antes de terminar este proceso y normalmente debe ser realizado en el invierno. De esta forma, las levaduras entrarán en hibernación hasta que vuelvan a encontrarse en una temperatura adecuada para seguir su fermentación. Cuando este sucede, las levaduras seguirán su proceso, pero en este caso, dejarán como residuo Dióxido de Carbono, que provocará las burbujas en el vino. Luego de esto, este vino es cambiado de botella añadiendo más vino para crear el estilo que tendrá este vino espumoso.

Método Transfer

Este es un método más complejo, muy parecido al natural. Pero en vez de pasar por una segunda fermentación en la botella, se vacían en un tanque presurizado para terminar el proceso y darle el estilo al vino. De esta forma, luego de preparar el vino espumoso vuelve a ser embotellado.

Método Charmat

En este método la fermentación alcohólica se realiza en un tanque sellado y presurizado. En el tanque se controlan las temperaturas. En este método los vinos se clarifican mediante el frío y esto marcará el estilo del vino espumoso. Su embotellamiento es realizado mediante procesos también presurizados. Este método es el aplicado a los vinos espumosos de bajo costo.