¿Blanco, tinto o rosado? Cómo elegir el mejor vino para la cena

Una cena especial necesita de un buen vino, algo que seguramente nadie pone en duda, por lo que en el presente post queremos centrarnos en la elección del vino a partir de so color ¿Blanco, tinto o rosado?, te dejamos algunos tips muy interesantes.

La elección del vino para acompañar una comida muchas veces es una decisión compleja, ya que habría que considerar cada una de las variedades que existen, que generan distintos aromas, así como las distintas formas de elaboración, la crianza e incluso la región de origen, que también tiene su características propias. No obstante se puede hacer una valoración más simple y más radical:

Los vinos tintos son ideales para acompañar carnes. Para una cena abundante que incluya platos donde las carnes sean el ingrediente central, ya sea carnes a la brasa o guisos, para platos con quesos, pastas o para la mayor parte de los platos de la gastronomía mediterránea, la elección apropiada seria un vino tinto. Este podría ser joven o de crianza según la complejidad de cada plato, siendo los tintos jóvenes más aptos para platos sencillos.

En general para los pescados y demás frutos del mar el vino blanco es la opción más clásica y suele ser la mejor elección, es ideal para acompañar cenas ligeras. También puede combinarse con algunos platos que incluyan carnes, especialmente carnes blancas o hasta carnes rojas a la plancha, aunque para esos casos sería mejor un blanco con crianza o al menos poco aromático.

Los vinos rosados, a medio camino entre los blancos y los tintos, son una excelente opción para acompañar casi cualquier plato. Un rosado joven y fresco puede combinar perfectamente con cualquier pescado o incluso mariscos, y un rosado más potente, con un buen color, se adapta bien a cualquier carne. El vino rosado, además, ha sido el que se ha tomado tradicionalmente con la comida rápida italiana (pasta y pizzas), y por qué no tomarlo con hamburguesa, hot dogs, tacos, faláfel o kebab.