Consumir vino, una costumbre muy saludable

La cultura del vino ha acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales; consumir vino de forma moderada es una costumbre muy saludable que nos brinda grandes beneficios, especialmente cuando se trata de vino tinto, ya que los compuestos antioxidantes y los más saludables son también los causantes de la coloración del vino o son extraídos de la uva junto con estos.

Estos beneficios, que seguidamente mostramos, están avalados por estudios científicos realizados en diversas latitudes; Consumir una o dos copas de vino tinto al día nos ayuda a:

  • Ser más longevos: estudios realizados por la Escuela Médica de Harvard han podido comprobar que el resveratrol, un compuesto producido por las uvas tintas, retrasa el envejecimiento. Al parecer es uno de los factores que determina la longevidad de las personas, ya que así se ha visto en las que viven en importantes regiones consumidoras de vino.
  • Mantener un peso adecuado: el consumo moderado de vino tinto ayuda a eliminar las grasas en nuestro organismo, estudios realizados demuestran que el vino tinto activa un gen que inhibe la formación de grasa en nuestro organismo.
  • Prevenir enfermedades cerebrales: numerosos estudios científicos demuestran que consumir vino de forma moderada y constante permite prevenir enfermedades degenerativas del cerebro, así como las demencias.
  • Prevenir y tratar infecciones de las encías: algunos componentes presentes en la uva que se fermentan durante la producción del vino evitan la aparición de bacterias asociadas a infecciones en las encías y las caries, además sirven para tratar eficazmente la gingivitis.
  • Reducir los niveles de colesterol: la alta concentración de polifenoles presentes en el vino tinto favorecen la circulación sanguínea, evitando la formación de coágulos, además ayudan a eliminar el colesterol dañino.
  • Relajarnos y disfrutar: el vino tinto impulsa al organismo a liberar endorfinas que ayudan a que nos relajemos y podamos disfrutar, lo que ayuda a que eliminemos estrés y tensiones acumuladas.

Aumentar la dosis de consumo de vino no aumenta sus efectos sino todo lo contrario, el consumo elevado de alcohol provoca enfermedades y patologías peores. Como hemos dicho, sea demuestra que solo el consumo con moderación, que equivaldría a una o dos copas de vino al día, es beneficioso.

¿Blanco, tinto o rosado? Cómo elegir el mejor vino para la cena

Una cena especial necesita de un buen vino, algo que seguramente nadie pone en duda, por lo que en el presente post queremos centrarnos en la elección del vino a partir de so color ¿Blanco, tinto o rosado?, te dejamos algunos tips muy interesantes.

La elección del vino para acompañar una comida muchas veces es una decisión compleja, ya que habría que considerar cada una de las variedades que existen, que generan distintos aromas, así como las distintas formas de elaboración, la crianza e incluso la región de origen, que también tiene su características propias. No obstante se puede hacer una valoración más simple y más radical:

Los vinos tintos son ideales para acompañar carnes. Para una cena abundante que incluya platos donde las carnes sean el ingrediente central, ya sea carnes a la brasa o guisos, para platos con quesos, pastas o para la mayor parte de los platos de la gastronomía mediterránea, la elección apropiada seria un vino tinto. Este podría ser joven o de crianza según la complejidad de cada plato, siendo los tintos jóvenes más aptos para platos sencillos.

En general para los pescados y demás frutos del mar el vino blanco es la opción más clásica y suele ser la mejor elección, es ideal para acompañar cenas ligeras. También puede combinarse con algunos platos que incluyan carnes, especialmente carnes blancas o hasta carnes rojas a la plancha, aunque para esos casos sería mejor un blanco con crianza o al menos poco aromático.

Los vinos rosados, a medio camino entre los blancos y los tintos, son una excelente opción para acompañar casi cualquier plato. Un rosado joven y fresco puede combinar perfectamente con cualquier pescado o incluso mariscos, y un rosado más potente, con un buen color, se adapta bien a cualquier carne. El vino rosado, además, ha sido el que se ha tomado tradicionalmente con la comida rápida italiana (pasta y pizzas), y por qué no tomarlo con hamburguesa, hot dogs, tacos, faláfel o kebab.