La poda de la viña cultivada certifica vinos de calidad

Cuando se habla de la poda de la viña, está se haciendo referencia a una práctica que es realizada por los viticultores para reducir la viña y limitar su crecimiento normal. Para que la realizan? Para mejorar su rendimiento y fundamentalmente, para mejorar la calidad de la uva y para asegurar que sus productos, como el vino, sean de óptima calidad.

Para que una poda de la viña sea excelente y se asegure su efectividad, siendo uno de los pasos más importante que se llevan a cabo durante el cuidado de la cosecha en la viña, ésta debe ser realizada por expertos y con una tarea minuciosa, ya que hay que tener gran experiencia e intuición fina de podador para saber seleccionar qué ramas cortar.

Con la poda las plantas duran más tiempo y es más fácil recoger la uva, ya que unas ramas más cortas permiten trabajar con más comodidad y sin uso de excesivo de fitosanitarios, por lo que se consiguen viñedos más sanas de forma natural.

En general, las podas se realizan en invierno desde diciembre hasta febrero, cuando la viña pierde las hojas e inician sus nuevos brotes. A su vez, cada poda orienta considerando ciertos aspectos de la cosecha como el tipo de vid, el tipo de uva y además las condiciones climáticas de cada temporada.