Vinos blanco afrutados una interesante elección

Los vinos afrutados ofrecen una interesante gama de aromas y sabores que provienen de sus notas frutales tan marcadas que se originan por el tipo de uva que se emplea en su producción, que puede darles tonos de albaricoque, melocotón, manzana mora o incluso algunos matices exóticos de plátano.

Estos vinos evocan recuerdos de frutas maduras que nos regalan todo su aroma y sabor, que no necesariamente son uvas; éstas por supuesto le dan su personalidad de acuerdo a sus características organolépticas y el tiempo en que son recogidas.

Blancos afrutados

Para la elaboración de vinos blancos afrutados se utilizan diferentes cepas entre ellas:

  • Malvasía: una variedad de origen mediterráneo que se emplea mayormente en la elaboración de vinos dulces, ofrece notas afrutadas de melocotón, manzana y melón.
  • Moscatel: Una familia muy extensa de uvas que incluye cerca de 200 variedades, todas aromáticas y con notas florales, esta uva es ideal para la fabricación de vinos afrutados, aporta matices cítricos y notas de albaricoque.
  • Verdejo: una uva blanca nacida del cruce de la castellana blanca y la savagnin, se le emplea en la elaboración de vinos afrutados modernamente alcohólicos con cuerpo y suavidad, con notas de manzana y pera y leves tonos de hierbas aromáticas.
  • Albariño: Una variedad propia de Galicia, por su maduración tardía los vinos afrutados producidos con esta uva presentan una graduación alcohólica de media a elevada con ciertos matices florales, destacan a además sus notas de melocotón y naranja.
  • Tempranillo blanco: una uva de gran sabor que permite elaborar vinos afrutados con notas de frutas tropicales cítricas y notas de plátano.