¿Por qué comemos 12 uvas en fin de año?

¿Sabías el origen del por qué comemos 12 uvas en Nochevieja al sonar las 12 campanadas? Te contamos dónde se originó esta costumbre para que puedas presumir de ella contando una anécdota frente a tu familia durante los días de navidad.

12 uvas son como los 12 meses que tenemos por delante y por ello siempre nos preparamos horas antes para el gran momento, donde el reloj pasa de las 12 de la noche donde pasamos al siguiente año. Campanada tras campanada, vamos tomando uva a uvaa hasta completar nuestra copa.

¿Por qué comemos 12 uvas?

Esta tradición parece haber prevalecido alrededor del año 1909. Las crónicas nos cuentan de una cosecha asombrosa, tanto cuantitativa como cualitativamente. Así, los viticultores alicantinos de la Sierra de Aitana regalaron parte de la uva a los madrileños que paseaban por la Puerta del Sol días antes al 31 de diciembre. Parece que en aquella época ya era costumbre enviar y servir uvas a estos lugares de la capital en Navidad con turrón de Gijón y Alicante. Lo que parece seguro es que para aquellas fechas ya había costumbre de tomar uvas en Nochevieja.

En 1894, un periódico de aquellos tiempos publicó un artículo en el que describe la práctica provenía de Francia y que fué adoptada por muchos españoles de clase alta. Esta práctica consistía en tomar champagne y comer uvas al sonar cada campanada. Con el tiempo, varios madrileños decidieron ir a la Puerta del Sol a comer uvas y tomar champagne.

Aunque nadie conocía a personas de origen francés que comieran uvas en nochevieja, todos afirmaban que era una costumbre francesa.  Poco a poco también se extendió por toda América Latina y también es celebrado por la comunidad hispana en los Estados Unidos. La tradición se ha refinado y hemos creado 12 uvas que representan 12 meses, 12 meses de buena suerte y prosperidad.